De vuelta a la Ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal comenzó a experimentar los tiempos de sus primeras campañas, por ejemplo cuando arribó, desconocida para los vecinos, como candidata a legisladora porteña en el 2007. Fue tercera en la boleta de Propuesta Republicana que impuso la fórmula local Macri-Michetti para la Jefatura de Gobierno.
En la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli lleva la misma receta: caminar por los municipios en una primera etapa del proselitismo hasta que la actividad en medios y redes sociales supere la presencialidad en suelo nuevo.
El ejercicio de los candidatos de Horacio Rodríguez Larreta comenzó el fin de semana y se propone una parada diaria. “Caminar y caminar como siempre lo hicimos”, dicen desde la ingeniería de la campaña que rodea a los postulantes.
Otra marca será, para Vidal, la presencia del jefe de Gobierno en muchas de esas recorridas, como la que se realizó ayer, cuando lo acompañó a visitar la sala de un hospital en un acto de la gestión del mandatario porteño. Allí estuvo también Fernán Quirós, el ministro de mejor imagen del gabinete de Larreta a quien muchos tentaron para que accediera a una candidatura pero se negó.
La exgobernadora visitó una sala de cuidados paliativos del Hospital Udaondo, en Parque Patricios, barrio donde también se encuentra la sede del Gobierno porteño. Conversó con médicos y enfermeros que intervienen en el cuidado de pacientes con sufrimiento severo.
Antes de esa visita, la candidata a diputada nacional mantuvo un encuentro con comerciantes de la avenida Boedo de la Ciudad de Buenos Aires, donde habló de la situación económica del país y las problemáticas que experimenta el sector producto de la pandemia. El fin de semana, Vidal había paseado por el barrio porteño de Belgrano junto a Martín Tetaz, segundo en la boleta porteña de Juntos por el Cambio a propuesta del radicalismo.
A diferencia de Santilli, Vidal recorre geografía amiga para el PRO que se impuso en 13 de las 15 comunas en las últimas elecciones de la Ciudad y que hace 14 años viene ganando ininterrumpidamente las elecciones en el distrito.
En simultáneo, Santilli, quien el fin de semana estuvo en San Nicolás, ayer se concentró en Ramos Mejía, del partido de La Matanza en la provincia de Buenos Aires, donde debe instalarse como primer candidato de la boleta Juntos que tendrá PASO con la lista encabezada por Facundo Manes. Se trata del distrito de mayor peso en la provincia de Buenos Aires donde Alberto Fernández arrasó en 2019 con más de 60% de los votos.
“Los bonaerenses están cansados de que les impongan las cosas”, dijo el precandidato a diputado nacional acompañado por otro integrante de la lista, el exministro Educación, Alejandro Finocchiaro y al referente de La Matanza y precandidato a concejal, Toty Flores. Hubo encuentro con vecinos y café con representantes del sector inmobiliario y comercial.
“Cada distrito es diferente, pero las preocupaciones de los bonaerenses son las mismas: la inseguridad, la falta de laburo y que la plata no alcanza”, consideró Santilli y dijo que “cuando hablo con la gente y esto se repite en toda la Provincia, noto que las cosas se las imponen. El tema de las escuelas cerradas es un ejemplo claro. Cuando pasa eso, es porque el diálogo con los vecinos está roto y eso cansa”.
Los representantes del Colegio Inmobiliario de La Matanza le llevaron un lista de demandas y expresaron su preocupación por la situación del sector que mantiene una baja histórica de escrituras concretadas.
“Voy a recorrer todos los partidos y todos los barrios escuchando los problemas de los bonaerenses. Nos espera un camino largo, pero lo importante es que sepan que hay esperanza, que tenemos ideas y sobre todo la voluntad de trabajar para cambiar esta realidad que tanto nos preocupa y ocupa”, arengó el exvicejefe porteño.
