En paralelo al round en PBA y CABA, la campaña hacia las PASO parlamentarias del domingo entró en febril y vistoso tramo final en cinco provincias clave, que reúnen cerca del 30% del padrón del país: Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Tucumán y Entre Ríos.
La particularidad de esta provincia que tiene tres tercios móviles que se reparten entre el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y el Frente Progresista es que habrá internas entre los tres espacios. Y más allá de dirimir candidaturas para las tres bancas de senadores y las nueve de diputados en disputa, también se pone en juego el eje de poder interno.
Con los sondeos que dan arriba a JxC en la sumatoria de sus cuatro listas, la pulseada central se da en el peronismo, ya que la nómina avalada por el gobernador Omar Perotti y la Casa Rosada tendrá una dura primaria contra la lista que lleva a Agustín Rossi como precandidato a senador.
Y frente a cierto escenario de paridad, será clave el tramo final de la campaña: resta saber si habrá un nuevo apoyo explícito de Nación al binomio que buscará la Cámara Alta: Marcelo Lewandowski - María de los Ángeles Sacnun, con Perotti como precandidato suplente. En la previa se esperaba que Lewandowski, con un menor grado de conocimiento que Rossi en el electorado, tuviera un crecimiento abrupto durante la campaña, para superar al exministro de Defensa. Y los sondeos muestra que sí subió, pero en niveles más moderados a lo que se esperaban. Por eso, estos días serán clave para reforzar su presencia. Junto al gobernador, con seguridad. “Ni Cristina ni Alberto van a aparecer si no hay una victoria segura en la provincia, y hasta el momento esa seguridad no está”, dicen desde el peronismo ante la consulta de este medio. El presidente ya dio su aval a la presentación de los candidatos y luego Lewandowski, Sacnun y Mirabella (cabeza para diputados y mano derecha de Perotti) tuvieron su foto con la vice en el Patria. El resultado de las primarias será un ordenador para el peronismo a nivel provincial, a las cartas que se echarán de cara a 2023. También marcará la relación del gobernador con su vice, Alejandra Rodenas, compañera de boleta de Rossi.
En tanto, la alianza PRO-UCR tiene una luz de ventaja en la sumatoria de votos. En rigor, sería repetir el resultado de las generales nacionales de 2019, cuando la lista amarilla dio vuelta el resultado adverso de las PASO. En una campaña también tensa, pelean por la victoria en la interna las listas que para la Cámara Alta encabezan Federico Angelini (con respaldo de Macri, Bullrich y Rodríguez Larreta) y Carolina Losada. Más atrás queda el exintendente capitalino José Corral y el exministro de Seguridad del Frente Progresista, Maximiliano Pullaro.
En tanto, el Frente Progresista está en pleno reacomodamiento tras la muerte de sus principales referencias: los exgobernadores Miguel Lifschitz y Hermes Binner. La viuda de Lifschitz, Clara García, encabeza la lista para el Senado (que aglutina nombres de la última gestión del socialismo, la de su exesposo) que en los relevamientos asoma victoriosa en la interna contra Rubén Giustiniani, quien de regreso al partido busca discutir los liderazgos de esa alianza que gobernó la provincia entre 2007 y 2019.
Horas febriles transitan los tres espacios protagonistas de la taquillera PASO de Córdoba, el segundo distrito electoral del país -renueva 3 senadores nacionales y 9 diputados- y terreno con historial adverso al kirchnerismo.
Juntos por el Cambio tiene claro hándicap en los sondeos, y el foco está puesto en rigor en la reñida pulseada que librarán dos de las cuatro listas internas que se medirán el domingo: la del radical Mario Negri y Gustavo Santos (PRO), versus la de Luis Juez (Frente Cívico) y el ucerreísta Rodrigo de Loredo, en pos del Senado y Diputados, respectivamente. Esa compulsa intestina dividió aguas en el PRO nacional. Negri y Santos recibieron el respaldo público de Mauricio Macri. Juez y de Loredo sumaron el aliento de Patricia Bullrich, pero intentaron buscar un segundo contrapeso y difundieron en las últimas horas por redes sendas fotos de campaña con la cara del porteño Horacio Rodríguez Larreta, quien sin embargo salió luego a desmarcarse bajo la consigna de que no se involucrará en la primaria cordobesa y que apoyará a la lista que surja de 12-S. En estas horas finales de la campaña Negri/Santos tienen previsto hacer foco en la capital cordobesa, donde pisa fuerte el otro tándem, y la incógnita es si Macri les llevará su apoyo directamente a suelo cordobés.
En paralelo, Hacemos por Córdoba -encolumnado detrás del peronista ortodoxo Juan Schiaretti- y el Frente de Todos, alineado con la Casa Rosada, librarán el domingo su propio duelo, aunque en listas separadas. El gobernador se puso al frente de la campaña -sus espadas son Alejandra Vigo (al Senado) y Natalia de la Sota (a Diputados)-, y el broche será con dos actos en el interior, donde tiene rounds fuertes con el FdT: Villa María (tierra de los precandidatos Eduardo Accastello -quien secunda a Vigo, diputada nacional y esposa del gobernador- y Martín Gill, que lidera la lista del FdT a Diputados-) y Alta Gracia.
Por su parte, el Frente de Todos -con Gill, secretario de Obras Públicas de la Nación, y Carlos Caserio (al Senado)- llevaron adelante una campaña apoyada en destacar avances de gestión del Gobierno de Alberto Fernández, sobre todo en obra pública y desarrollo social, y con una primera meta puesta en superar su piso histórico en la provincia de 10 puntos. No habrá desembarco de Fernández, y el cierre será el jueves en la Plaza de la Música, en la capital cordobesa, con un encuentro de todos los precandidatos, con una conexión virtual o un video de apoyo del Presidente.
La puja del peronismo provincial entre el gobernador Juan Manzur y su vice Osvaldo Jaldo, quienes se enfrentarán en la interna del FdT, es uno los puntos centrales de estas PASO. La fricción es previa a esta campaña con munición gruesa. Desde marzo, cuando la fractura quedó expuesta, la tensión no hizo más que crecer.
El mandatario, precandidato a senador suplente, cuenta con el apoyo de la Casa Rosada, y en los sondeos aparece al frente. En el PJ tucumano creen que ese respaldo institucional (Manzur es presidente del partido en la provincia y vice en el plano nacional) le dará la victoria sobre Jaldo, quien encabeza la lista de diputados. No obstante, para el gobernador no sólo será importante ganar, sino hacerlo por la mayor diferencia posible. Un resultado que le garantice gobernabilidad en el tramo final de su mandato, el poder del PJ y vía libre para perfilar un sucesor del riñón. Esta semana terminará de definir lealtades y el peso del aparato partidario. En ese sentido, la presencia de funcionarios nacionales junto a Manzur y sus candidatos fue constante desde el inicio de la campaña, y Alberto Fernández bendijo la lista en su presentación.
En Juntos por el Cambio hay escaso optimismo. Aspiran mantener el statu quo: un senador por la minoría. Allí habrá esquirlas de los tironeos nacionales entre el PRO y la UCR: la interna tendrá una lista por cada espacio, y una tercera en representación de intendentes opositores. El respaldo orgánico del PRO a la lista de senadores que lidera el intendente capitalino Germán Alfaro, de raíces peronistas y una base territorial afianzada, le da una leve luz de ventaja en las últimas mediciones sobre la nómina UCR que para la Cámara Alta lleva a José Cano en primer lugar. En tanto, la ristra que para el Senado encabeza al intendente de Yerba Buena, Mariano Campero, pelea desde atrás.
Si bien al oficialismo de Cambia Mendoza le surgió un rival en la interna, habrá una pulseada directa entre esa alianza que lleva a Alfredo Cornejo para senadores y el FdT de Anabel Fernández Sagasti, que buscará renovar su banca en la Cámara Alta.
El peronismo logró la unidad en una lista que para diputados encabeza Alejandro Bermejo, mientras que en la alianza UCR-PRO la lista de Cornejo, que lleva a Cobos en primer lugar para diputados, tendrá que enfrentar a la nómina que para el Senado lidera el empresario Rodolfo Vargas Arizu, con un historial de plantear internas en primarias, pero con bajo poder de fuego.
La campaña estuvo marcada por la judicialización. De hecho, la expectativa está puesta en el fallo de la Corte sobre la precandidatura del gobernador Rodolfo Suarez como senador suplente, impugnada por el frente Vamos Mendocinos, integrado por exaliados de Cambia Mendoza como el Partido Demócrata. Este espacio argumentó que la constitución provincial le impide al mandatario postularse. Sin embargo, ya le dieron la razón a Suarez la Justicia Federal, la Cámara Nacional Electoral y el procurador general de la Nación en su informe al máximo tribunal.
También Cambia Mendoza había impugnado sin éxito la estrategia del FdT de sumar colectoras en la mayoría de los departamentos provinciales. En el sprint final, el oficialismo local buscó polarizar con la Casa Rosada, con argumentos de discriminación a Mendoza, mientras que el peronismo buscó mostrar su alineamiento a Nación. Además de haber alcanzado la unidad, Fernández Sagasti es una de las dirigentes más cercanas a Cristina Kirchner.
Otra de las primarias atractivas se librará en tierra entrerriana -se renuevan cinco escaños de diputados nacionales-, tanto por su historial reciente en materia de parlamentarias como por los ecos que dejará de cara a la puja por la gobernación 2023, a partir de la pulseada central entre Enrique Cresto (Frente de Todos Entre Ríos) y Rogelio Frigerio (Juntos por Entre Ríos).
La carta fuerte del oficialismo provincial, encolumnado detrás del gobernador peronista Gustavo Bordet, es Cresto, titular del Ente Nacional de Obras Hídricas y Saneamiento (Enohsa) e intendente de Concordia en uso de licencia.
En el marco de un armado plural, Cresto está secundado por la diputada nacional Carolina Gaillard (en busca de su reelección) y el camporista Tomás Ledesma, funcionario del Ministerio de Interior. Y en este último tramo de campaña potenció su intenso raid por el interior provincial, con un discurso con foco en la gestión pero de corte además nacional, en sintonía con el planteo de Bordet de que “en esta elección se pone en juego qué país queremos”.
En la vereda de la oposición, Juntos por Entre Ríos se batirá en primarias, con listas (mixtas) en juego. Una de ellas -que a priori marcha en punta- es la liderada por Frigerio (PRO), exministro del Interior de Macri, acompañado por la radical Marcela Antola y el diputado nacional Atilio Benedetti (UCR), quien busca reelegir. La segunda, en tanto, lleva a los intendentes radicales Pedro Galimberti (Chajarí) y Darío Schneider (Crespo) en primer y tercer lugar, con Mariana Salinas (PRO-Concordia) en el segundo.
Al lanzarse, Frigerio -quien viene de recibir el respaldo in situ del senador nacional porteño Martín Lousteau- hizo foco en su intención de “ponerle un límite al kirchnerismo en el Congreso, defender los tres diputados que conseguimos en 2017 y despertar la esperanza en un futuro mejor a partir del 2023”. Una puja ese año por la sucesión de Bordet, sin posibilidad de reelegir, en la que a priori tanto Frigerio como Cresto asoman como potenciales protagonistas, por lo que el test del domingo funcionará como un primer termómetro de relación de fuerzas.
