Luego del intento frustrado del 5 de octubre, cuando no hubo quórum en el Congreso, finalmente se realizó la sesión en la Cámara de Diputados para votar, entre otras cosas, la ley de Etiquetado Frontal, que se aprobó luego de 11 horas de discusión. La misma fue aprobada por 200 legisladores, sólo hubo 22 negativos y 16 diputados se abstuvieron.
La ley de Etiquetado Frontal tiene como objetivo direccionar un consumo más saludable desde las góndolas de los almacenes y supermercados. Para ello los octógonos negros advertirán en la parte delantera de los paquetes, latas, envases y botellas de los productos si éstos son “Alto en grasas saturadas”, “Alto en azúcares” y “Alto en sodio”.
A partir de ahora, los octógonos negros con letras blancas serán condición para los fabricantes y envasadores que comercialicen, importen o distribuyan alimentos y bebidas alcohólicas en todo el país.
Otros países de Latinoamérica como Chile, México, Perú y Uruguay ya tienen leyes similares y provocó que se disminuya la compra de bebidas azucaradas y de cereales.
Asimismo, los consumidores afirmaron reconocer con más facilidad la calidad nutricional de los productos. Pero cabe destacar que se incumplieron normas y provocó que se flexibilizaran los perfiles de nutrientes en beneficio de las corporaciones alimenticias. En nuestro país no habrá un sistema propio, sino que se basará en el modelo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
El artículo 19 de la ley fija un plazo no mayor de 180 días para que entre en vigencia. Las pymes y cooperativas populares podrán exceder el límite de implementación en un plazo no mayor de los 12 meses, con las posibilidad de una prórroga de 180 días ante casos de justificación que tengan motivos consistentes y pertinentes. En tanto, el Poder Ejecutivo nacional tendrá un plazo de 90 días a partir de su promulgación.
Sin embargo, para la industria alimenticia esto resulta exiguo y desde la Industria Lechera, por ejemplo, se identificó como una desventaja el proyecto porque “Argentina estará en inferioridad de condiciones respecto de los otros países: un mismo producto lácteo de nuestro país llevaría dos sellos y en Brasil ninguno”.
La ley fue aprobada por el voto afirmativo de 200 diputados. El bloque del Frente de Todos, más allá de sus seis legisladores ausentes, votó a favor. Pero también tuvo el voto positivo de distintos diputados de otros bloques, como fue el caso de Mario Negri, titular del interbloque de Juntos por el Cambio en la cámara baja. Integrantes de la Coalición Cívica y del PRO (que en su mayoría votaron en contra) también apoyaron esta ley.
Asimismo, los bloques de las provincias, que son más afines al kirchnerismo, como Unidad y Equidad Federal emitieron un voto positivo. Otro bloque que apoyó en su totalidad esta ley fue el Frente de Izquierda, que tampoco tuvo abstenciones ni ausencias este martes en el Congreso.