En en centro de la ciudad de San Rafael un centenar de mujeres manifestaron en el marco del 7mo aniversario del movimiento por la lucha contra la violencia de género.
A siete años de la creación del slogan “Viva nos queremos”, se realizaron manifestaciones similare en otros punts de todo el país, en lo que fue una vez más una jornada histórica para las mujeres, en la que los pedidos de justicia y la necesidad de declarar emergencia nacional fueron los pilares del reclamo.
Es que la estadística, es más que elocuente, cuando se observa que se produce un femicidio cada 29 horas y parece no ser importante para la agenda política que es de donde tienen que venir las soluciones.
La necesidad de declarar la emergencia nacional está estrechamente realcionada al tema de contar con un presupuesto, -la oficina, el personal, está- pero si no está el recurso financiero las cosas no se solucionan.
En San rafael, el más reciente, es el caso de Natalia Tagua, un ejemplo de que la Justicia siempre llega tarde, y aunque tuvieron todas las posibilidades de evitar que el abusador la matara, no le creyeron, no actuaron, la ignoraron en su necesidad de superviviencia ante las amenazas, por eso en un día como éste es válido elreclamo porque una justicia que llega tarde no es justicia, y pone en evidencia las cuestiones legales que hay que modificar.
“Quiero creer que esta lucha no va a ser infinita, hay que luchar y acompañar, por eso es importante que las mujeres acompañen, hay que terminar con la indiferencia”, afirmaba Mariela, una de las mujeres presentes en la manifestación.
“Lo importante es visibilizar la situación de las mujeres, los femicidios y desapariciones. Creemos que hay que hacer una reflexión como sociedad para que esto cambie. Creemos que el modo es haciéndolo visible y encontrándonos entre nosotras”, dijo por su parte, Lorena.
Eete 3 de junio no pasó desapercibido, y es una fecha para volver a reflexionar, y visibilizar la violencia que sufren miles de mujeres y el abandono que tienen por parte del Estado y la Justicia, pero también por parte de la sociedad, que la mayoría de las veces opta por la indiferencia.
