Argentina luce ya su tercera estrella gracias, entre otras cosas, a su capacidad de sufrimiento.
Hasta la fecha, solo España había logrado sobreponerse a una derrota inicial y la albiceleste inició su recorrido a la gloria del mismo modo, pero añadiendo aún más dosis de incertidumbre con dos prórrogas y otras tantas tandas de penales.
Hasta 101 minutos estuvieron Messi y compañía fuera de la pelea por el título, superando en los 90 que Uruguay se vio virtualmente eliminada en 1950, si bien porcentualmente para los uruguayos supuso la cuarta parte del tiempo que estuvo en competición.
La remontada de Arabia Saudí dejó a Argentina noqueada en los últimos 37 minutos de partido y los de Scaloni siguieron sin estar en puestos de clasificación para las eliminatorias hasta que Messi anotó el 1-0 frente a México en el minuto 64. Además, se convirtió en el primer campeón con dos tandas de penaltis.
No ha habido título sin sufrimiento en las 22 ediciones celebradas. De hecho, sólo tres selecciones estuvieron siempre en el camino correcto, aunque con condicionantes.
Lo hizo primero Italia en el 38, pero necesitó de una prórroga para deshacerse de Noruega en octavos. También la Argentina de Maradona en 1986, que sin embargo estuvo 28 minutos perdiendo con Italia en el segundo partido de la liguilla hasta que el Pelusa igualó el tanto de Altobelli.
Y, por último, Alemania en 2014, que tampoco pudo resolver por la vía rápida sus duelos de octavos ante Argelia y la final frente a Argentina, jugando 120 minutos.
Alemania 1990, nervios de acero en los penales
Otras dos selecciones tuvieron también casi todo bajo control, aunque fueron puntualmente por detrás en una tanda de penaltis, como le sucedió también a Argentina cuando Mbappé marcó su tercer penalti en la noche qatarí.
En 1990, Alemania se llevó el título sin ir perdiendo ni un minuto y con el único momento crítico en el que Brehme, Matthaus y Riedle tuvieron que mostrar sus nervios de acero e igualar las tres veces que Inglaterra se adelantó en semifinales en la suerte de las penas máximas.
Algo más le costó cuatro años después a Brasil, que estuvo un 70% del tiempo empatando sus partidos y perdiendo durante 24 minutos ante Suecia ya con el pase a octavos en la mano.
En la final no se movió el marcador y los de Parreira no se pusieron nerviosos cuando Italia se puso en ventaja por dos veces en la tanda de penaltis.
Italia y el fenómeno Paolo Rossi en el Mundial de España
Otro caso especial fue el de Italia en 1982, una de las tres selecciones que jamás fue por detrás en el marcador, junto a Italia 1938 y Alemania 1990. Sin embargo sí estuvo fuera de las semifinales por diferencia de goles.
Tras una pobre primera fase, resuelta con tres empates, en la segunda Italia ganó a Argentina por 2-1 y Brasil hizo lo propio por 3-1, lo que obligaba a los de Bearzot a ganar en la última jornada a Zico y compañía.
En un partido para la historia, Paolo Rossi adelantó por tres veces a Italia para vencer por 3-2 y seguir el camino hacia el título.
