Max Verstappen ya puede tachar de la lista haber ganado un Gran Premio de Australia luego de conquistar una carrera desbordada de accidentes en el circuito de Melbourne. Sumado a eso, el neerlandés logró cortar una racha negativa que arrastraba Red Bull en Albert Park sin tener un piloto que triunfe desde 2011 en suelo australiano.
Para completar el podio aparecieron dos viejos conocidos, con Lewis Hamilton, estrella de Mercedes, culminando en el segundo puesto y la presencia de Fernando Alonso otra vez logrando la tercera ubicación con Aston Martin por tercera vez de manera consecutiva en la temporada.
En cuanto a la carrera en sí, no se logró observar el típico dinamismo que caracteriza al circuito australiano ya que fue una Gran Premio accidentado. De los 20 autos que arrancaron en la parrilla, 12 lograron completar las 58 vueltas.
“Por supuesto estamos contentos de ganar la carrera, pero creo que hacia al final, la carrera en sí fue un poco un desastre con todas las decisiones”, dijo Verstappen respecto a la implementación de la bandera roja, por segunda vez en la carrera, cuando uno de los vehículos de Haas perdió un neumático.
El cuestionamiento del neerlandés parte de que la decisión de llamar a una bandera roja, deteniendo la carrera a falta de tres vueltas no fue la mejor ya que descolocó a varios de los pilotos. Pese a eso y el empuje de Hamilton y Alonso en la recta final el piloto de Red Bull se quedó con la victoria.
