Los jujeños celebraron este domingo el Día de la Pachamama con actividades culturales y rituales ancestrales, agradecieron a la Madre Tierra por las acciones recibidas, por la protección de las familias, los hogares, los alimentos y depositaron toda su fe contra los males que nos aquejan.
En Purmamarca, Tilcara, Humahuaca y Maimará, como también otros pueblos de la Quebrada de Humahuaca, y en otros de toda la provincia, se reeditaron las prácticas de vinculación con la Madre Tierra como la corpachada que, entre otras, implican una medicina espiritual para la salud de los pueblos indígenas.
Muchos de estos rituales se realizan en las cercanías de plazas o en algún sitio determinado en los hogares, enmarcado en un profundo y sentido homenaje a la Pachamama como ocurre en cada 1 de agosto.
La veneración a la Madre Tierra es una herencia cultural ancestral de los pueblos originarios, profundamente respetada en Jujuy desde su diversidad e interculturalidad.
Dar de comer a la tierra como una forma de rendirle tributo a la Pachamama (palabra de origen aimara y quechua que significa tierra se une a mama, que se refiere a la madre), es el sentido de esta antigua ceremonia cuyas celebraciones se extenderán a lo largo de todo el mes de agosto.
“Hoy se comienza a celebrar a la madre tierra y se agradece, con diversas ceremonias, todo lo que ella provee”, publicó en su Facebook la Comisión Municipal de Maimará que compartió esta copla anónima: Yo soy como el mes de agosto/Traigo viento y remolinos/Y me paso el año cantando/Como piedra en el molino.