Es que, desde el 12 de septiembre, el Gobierno repartió casi $ 15.000 millones pero la mayoría de ese dinero fue principalmente para la provincia de Buenos Aires, mientras que las provincias con gobiernos no peronistas quedaron últimas en la lista y no recibieron ni un peso.
La Ciudad de Buenos Aires, Corrientes y Mendoza quedaron al final de la lista en la repartija de ATN, pero también Córdoba, una provincia donde, aunque gobierne el justicialismo, las últimas elecciones fueron un fracaso rotundo para el oficialismo.
La provincia de Buenos Aires recibió casi un tercio del total: $ 4.600 millones de los $ 14.867 millones que se repartieron.
En la lista le siguen: Formosa, con $ 1.020 millones, Catamarca, con $ 1.003 millones, y Santiago del Estero, con $ 989 millones, todas con gobiernos alineados al de Alberto Fernández.
El hecho de que Mendoza, Corrientes y CABA, donde gobierna la oposición, no hayan recibido ni un peso de los ATN confirma la discrecionalidad con la que se manejan esos fondos, que son un aporte que las provincias hacen al Ministerio del Interior para atender situaciones de emergencia, como una pandemia.
Rodolfo Suarez viene denunciando esta situación desde hace tiempo, e incluso volvió a repetirlo después de las PASO: el gobierno nacional deja a Mendoza siempre en último lugar.
"Tendría que haber una ley que establezca los parámetros de distribución, no que quede a discreción del Tesoro o del partido político de turno", dijo Pablo Repetto, director de Gabriel Rubinstein & Asociados.
Agregó que en Argentina "en este caso se utiliza de acuerdo a la necesidad del Gobierno de mejorar su performance electoral, como una manera de disciplinar o castigar a aquellas provincias que están en problemas".
