Alumnos y colegas de la escuela Reynaldo Merín rindieron un merecido homenaje imponiendo sus nombres a distintas salas del establecimiento educativo.
Desde hoy la Biblioteca escolar se llama "Hermes Chávez" y la Sala de Informática lleva el nombre de "Alejandro Homola"
“Para Ale trabajar en esta institución realmente fue un orgullo.
Eligió venir a trabajar acá y se sintió verdaderamente acompañado por un personal docente maravilloso que apoyó todas sus iniciativas y todos sus sueños y en la medida de lo posible, lográndolos y haciéndolo feliz”, dijo muy emocionada Daniela Mícoli, esposa Homola.
“Hoy realmente las emociones están a flor de piel –agregó- sentir, vivir, palpitar con mucha fuerza el corazón ante este reconocimiento, que parece una mentira hablar de la gente que falleció en pandemia –expresó con la voz quebrada- pero no deja de ser un gran orgullo para mí y para mis hijos, ver su nombre en una sala”.
A su turno, Fabián Alessio, compañero y amigo del docente homenajeado dijo que lo único que hizo fue relatar las vivencias que tuvo con él. “Realmente más que un compañero de trabajo fue un amigo incondicional que extraño mucho no tenerlo y charlar con él de tantas cosas”, logró terminar de decir su colega.
En tanto, a la señora de Hermes Chavez le ganó la emoción y solo podía agradecer el gesto y homenaje a su esposo, lo mismo que sus colegas de la UTN, también presentes en el enriquecedor y emotivo acto que se llevó a cabo en horas de esta mañana.
