El encuentro ayer entre la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, y Pablo Moyano, cosecretario general de la CGT y adjunto de Camioneros, dejó conclusiones económicas y políticas: en el primer capítulo, la funcionaria prometió que la semana que viene el Gobierno anunciará un suplemento salarial para los trabajadores más vulnerables, cuya forma terminará de definirse antes del viernes; mientras que en el otro capítulo el dirigente y los gremios que le responden evidenciaron una conciliación con la titular de la cartera laboral. Es que su gestión había comenzado semanas atrás con un encontronazo con el gremio de los choferes en medio de su paritaria.
La reunión en la sede de Trabajo fue con el Frente Sindical por el Modelo Nacional (Fresimona) y redondeó una serie de contactos iniciados por Olmos la semana pasada con la conducción más tradicional de la CGT, tanto los “gordos” de los grandes gremios de servicios como los “independientes” de buena relación con todos los gobiernos y otras organizaciones afines, y que siguió con la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), un sello que controlan Hugo y Pablo Moyano desde hace unos meses. En esas instancias y ayer la ministra se mostró como interlocutora política con el movimiento obrero en una suerte de diferenciación respecto de su antecesor, Claudio Moroni, quien siempre se mostró como un técnico.
En las otras instancias la funcionaria contaba con buena predisposición de arranque por parte de los gremialistas pero la reunión de ayer tenía como antecedente la tensión con Moyano desde el inicio de su gestión. Antes de cualquier contacto el número dos de Camioneros le había recordado a Olmos su pasado menemista, una filiación imperdonable para ese sector sindical. La ministra no se quedó atrás y en medio de la paritaria de los choferes había considerado “insolidario” el pedido de aumento de 131% respecto de otros trabajadores que eventualmente sufrirían el impacto inflacionario de una suba de los costos del transporte.
Ayer pareció quedar atrás ese clima enrarecido. Olmos les dio a los gremialistas señales de que esta semana concluirá junto con el ministro de Economía, Sergio Massa, el análisis de una medida de fortalecimiento de los ingresos para los sectores asalariados más desprotegidos por la inflación. No precisó si será mediante un bono por única vez, como admiten los sectores más tradicionales de la CGT, o bien a través de una suma fija integrada a los sueldos, como reclama Cristina Fernández. Pero les aseguró que la semana que viene se dará a conocer.
