"Hoy no hay más posibilidades de seguir produciendo. Hace más de 15 meses que los productores tamberos están produciendo a quebranto. De hecho, según datos oficiales, ya han desaparecido más de 400 tambos hasta octubre de 2022. En estos días observamos con dolor el remate de tambos por todo el país. Lamentablemente, se empezaron a liquidar vaquillonas y terneros, situación que atraviesan todos los productores, pero en los últimos quince días se ve una importante venta de tambos, con vacas donde se evidencia que ha golpeado la falta de alimento".
Con ese dramatismo la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias describe el problema que se agrava y que puede generar escasez o una suba desmesurada de la leche.
Ese comunicado del jueves 5 de la Mesa de enlace del campo tiene su correlato en Mendoza donde los dos únicos productores lecheros están curtidos por la escasez constante y la perdida de compradores de leche cruda y por la baja del consumo de productos lácteos como los quesos.
El sábado 7, Sergio Massa en la localidad cordobesa de Villa María, respondió al reclamo lechero con un plan de devolución de impuestos a los tamberos de las cuencas mayores. El ministro de Economía Sergio Massa argumenta: "Venimos a devolverle la mitad de lo que paga el sector en retenciones en inversión pública, casi 10 millones para sostener la capacidad de alimentación durante los próximos cuatro meses". Eso traducido, es un subsidio de 15 pesos por litro de leche cruda producida por los tambos que expiden unos 1500 litros por día.
Dato que justifica este informe. "Ya no hay un lugar donde el sector esté más afectado, sino que el problema es generalizado, a todas las cuencas y los tamaños", denuncian los productores lecheros de las mayores cuencas del país ubicadas en las pampa húmeda. La zona soporta una extensa sequía lo que no permite producir alimentos para las vacas lecheras y encarece los costos de los tambos que no pueden comprar maíz o pellets de soja en el exterior. Es otra fuerte incidencia del Cambio Climático en la vida de las personas ¿Qué pasa en Mendoza?
En Mendoza la crisis es más antigua por eso no extraña a los dos productores sobrevivientes que tienen los tres tambos locales. Lo paradójico es que las familias acuden a estos establecimientos cuando el precio de la leche amenaza con dispararse en las góndolas de los supermercados y eso de algún modo termina siendo un salvavidas para el sector que supervive.
La leche aumenta y la vaca se achica
La sequía, la inflación y el aumento del dólar soja son un cóctel que prueban a diario los dos productores tamberos que subsisten en Mendoza. Y aducen que no pueden dejar esta actividad sin pelear por sostenerla porque los cotos de cierre terminan siendo más caros que mantener aún a pérdida la producción de leche vacuna.
Hay dos productores y un solo consumidor industrial de la leche fluida de casi doscientos animales que pastan en Mendoza distribuidos en tres tambos. Están ubicados en El Bermejo y El Borbollón ambos de Leonardo Guercio y en Tres de Mayo de Edgardo Santilli. En 2021 dejó de funcionar el establecimiento en San Martín de la familia Capellano.
Guercio parece más "armado", es el más conocido por su establecimiento de Guaymallén donde también pasteuriza el producto que vende directo al público. A propósito un dato comparativo. A mediados de 2019 cuando el POST prestó atención al fenómeno de la leche comprada directamente por las familias en el tambo de El Bermejo se destacó que el litro de leche puesta en mostrador era de 26 pesos. Tres años y medio después ese mismo litro de leche lista para consumir cuesta 120 pesos para el consumidor familiar en el mismo establecimiento. Es decir 4,6 veces más.
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