Luego de dos meses y medio de acefalía, la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, el organismo que concentra todos los programas del ex Ministerio de las Mujeres, designó como funcionaria a la fiscal porteña Claudia Barcía. En medio del desguace de la estructura que pensaba políticas activas para la reducción de delitos por la condición de género y con reiteradas expresiones de menosprecio del oficialismo a todo lo referenciado con el feminismo, son las trabajadoras las que sostienen las principales iniciativas de contención.
El nuevo organismo no cuenta con redes sociales y a partir de su nombre se deduce que no se priorizarán programas destinados a reducir desigualdades de género, que fueron creados con el fin de prevenir las instancias de violencia. Son el caso de la implementación de la Ley Micaela (que buscó ser derogada dentro del articulado de la ley ómnibus), el programa Masculinidades sin violencia (de capacitaciones en clubes y otras instituciones), el programa Producir (de fortalecimiento económicos para iniciativas de mujeres) o el Programa Igualar (para reducir la brecha laboral y económica).
“Hay una estructura de trabajo que todavía desconocemos. La gestión dice que la tiene pero no la informa”, expresa para Ámbito una de las trabajadoras de la Subsecretaría, que apunta que “recién empezaron a hacer un relevamiento de las áreas para ver si teníamos trabajo pendiente” y agrega que “no hay ninguna certeza de que esos programas sigan”.
Otra persona que integra la Subsecretaría coincide con esa definición: “La gestión continúa frenada. Desde que cambió el Gobierno a la fecha no hubo una bajada de línea sobre cómo se continuará trabajando. Por supuesto que esto se traduce en un malestar en lxs profesionales que trabajan en este organismo”.
“La causa de la parálisis de la gestión se debe principalmente a que no hay una estructura aprobada. Solo está designada la subsecretaría. El resto de la estructura aún se desconoce”, sintetiza.
Otro motivo de incertidumbre es “que no se sabe absolutamente nada de los contratos y las renovaciones”, explican. Luego del cambio de gestión y de la renuncia de las directivas del ex Ministerio, el Gobierno nacional decretó la continuidad del cuerpo de trabajadoras del organismo por tres meses. Ese plazo culmina a fin de marzo.
Claudia Barcía: primeras semanas en un contexto desafiante
“No hay nadie que respete más a la mujer que este Gobierno. Lo irán viendo en el transcurso de la gestión", aseguró en Casa Rosada el portavoz Manuel Adorni, en la misma respuesta en donde expresó que “el Ministerio de la Mujer dejó de existir y al menos mientras esté este Gobierno no existirá jamás”. Este jueves, en el marco de su conferencia matutina, apuntó que combatirán el paro por el Día de la Mujer: “A quienes no vayan a trabajar, se les va a descontar el día”.
Ese es el marco en el que está trabajando Claudia Barcia, con 20 años de experiencia dentro del Ministerio Público Fiscal de la ciudad de Buenos Aires, en los que afirma -en su cuenta de LinkedIn- haberse especializado en violencia de género. En esa misma red social publicó su preocupación por la cifra de muertes violentas de personas de la comunidad LGBT+. Trabajadoras de la Subsecretaría coinciden en remarcar su preocupación por la población trans y su buena predisposición en sus primeras semanas en funciones: “Nos saludó a todas con un beso y se presentó de forma amigable”.
